Mis manos.
Mi boca.
Mi aliento.
Mis deseos.
Lucho contra mi misma para no ir corriendo hasta tu casa,estamparte contra la pared y gritarte cuanto te aprecio.
Sé que si te pisara un tren,lloraría pero al día siguiente encontraría a alguien más.
Un clavo reemplaza a otro clavo,y así continuamente sigo creyendo esa mentira.
Te quiero.
La única diferencia es que el clavo original se hizo él solo un lugar en la madera. Los demás solo ocupan ese espacio.
ResponderEliminarTu comentario es....Completamente correcto.
ResponderEliminar